domingo, 28 de febrero de 2010

Segundo Escrito

se esta convirtiendo lentamente en una pesadilla, no sé como logro soportar el dolor, esperar hasta que amanezca al
parecer, se ha convertido en mi única opción. Son varios días que llevo este ritmo: me levanto temprano con la
esperanza de que será un día diferente lleno de cosas agradables para ver, oir, tocar... pero nada, la misma miseria
abominable dentro de mi ser, pasa el día y no se sienten las horas, los minutos, los instantes, es tanto el dolor
que el día y la noche se confunden, pues da igual que sea de día y de noche a la final el dolor es tan punzante que
me arrastra hasta lo oscuro de profundos abismos de desaliento y desasociego. Llega la noche y espero frente a esta
pantalla que mis ojos se cierren del agotamiento pues solo así logro alivianar un poco esta dura carga. cansarme
para dormir nuncá pensé llegar a este punto.